Múltiples actores

La definición identitaria está  marcada por múltiples actores en un proceso de relaciones interétnicas en  donde las cuestiones de la etnicidad se disputan en un campo o arena ideológica y en donde, además, los argumentos se construyen a partir de las más variadas fuentes, tales como el ámbito legal, las cuestiones folclóricas, las expectativas nacionales y regionales y, por supuesto, los anhelos individuales y colectivos de aquellos que terminarán por identificarse como indígenas o étnicamente diferentes.  Lo que  he señalado  como el factor externo, es en verdad un conjunto amplio de actores inmersos en un campo de disputa ideológico en el cual se va a definir lo que es indígena. En este sentido tomo la idea de Indigenismo que plantea Alcida Rita Ramos (1998) y de Aboriginalidad en Briones (1998) en cuanto  a que la idea de  indígena no existe de manera esencial y de forma autónoma a este conjunto de actores. En una arena de lucha en la cual se juega lo que significa lo indígena, los contenidos de los categoría pueden ir transformándose de acuerdo con el cambio en la correlación de fuerzas en términos de la definición de lo étnico. Y en donde además, las múltiples fuerzas o actores operan como dinamizadores del proceso identitario, entregando argumentos cruzados para la constitución de la versión imperante de la etnicidad    que va a surgir, en este caso, del proceso etnogenético. Lo que afirmo es que es poco probable que un movimiento etnogenético no apunte a rescatar algunos de los elementos que  están  en  el  imaginario cruzado de representaciones de estos múltiples actores, por lo que estaremos frente  a  fenómenos  mezclados en que todos reconocen un poco de sí en el resultado final del pueblo que ha reaparecido. Este reconocimiento puede ser utilizado de manera de poder cuestionar al grupo por su aparente falta de legitimidad al reivindicar elementos que se consideran propios de otros grupos, pero también puede llegar  a ser un catalizador que permita una identificación más fácil con el movimiento que surge, y por la misma forma, también de su aceptación.